Cuando nos encontramos en un
mercado y queremos comprar un producto/servicio vemos que existen varias marcas
en los mostradores, no podemos negar que lo que nos motiva a tomar una decisión
es la confianza que nos da la publicidad, pero si nos encontramos con varios
productos publicitados, nuestra mente aborda el tema de los beneficios:
‘cantidad’ ‘precios’ ‘vitaminas’ y otros, cosa que al final, determina la
compra del producto.
Hoy en día, en su mayoría todas
las marcas están publicitadas y nos encontramos en la guerra de los beneficios;
beneficios que se convierten en valor para los clientes y en detonantes de
compras masivas, por ciertas cualidades que tiene el producto.
Entonces, no debemos conformarnos
con ofrecerle al cliente un producto, debemos ofrecerle un producto con valor
adicional que nos diferencie de la competencia, porque no solo se trata de
producir eficientemente, sino también de diferenciarnos eficientemente de
nuestros rivales en el mercado competitivo.
El valor que le dan los clientes
a nuestros productos mantiene la constante de compra de manera repetitiva; casi
podemos asegurar que un cliente satisfecho con las cualidades de un
producto/servicio volverá a comprar el mismo producto cada vez que tenga una
demanda de compra.
Por ello, hay que agregar valor a
nuestros productos pensando en la necesidad de nuestros clientes, no hay
que cometer el error de agregar beneficios pensando en lo que creemos y no en
lo que realmente hace falta.
Resumen:
*Crear o desarrollar
producto/servicio
*Establecer beneficios / Valor del cliente
*Publicitar el producto/servicio
*Análisis de resultados: con
relación a la satisfacción del cliente
*Mantener la constante de compra
Conclusión:
El valor de un producto lo define
el cliente, es nuestro trabajo elaborar un producto/servicio que satisfaga de
la mejor manera la necesidad de nuestro público objetivo.
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